Esta entidad se encarga de la supervisión de las entidades bancarias y de seguridad social para garantizar su estabilidad y solidez, con el propósito fundamental de proteger los ahorros de las personas.
La Superintendencia también genera información periódica que contribuye a comprender el funcionamiento del sistema bancario. Asimismo, tiene la autoridad para implementar programas destinados a regularizar empresas que lo requieran, además de tener la capacidad de intervenir, disolver y liquidar empresas de manera forzosa si es necesario.
Otro de los objetivos de la Superintendencia de Bancos es ejercer regulación, tal como su nombre indica, sobre bancos públicos y privados, así como sobre el sistema de seguridad social, promulgando normativas y velando por su cumplimiento.
Finalmente, un papel crucial que desempeña esta entidad es la resolución y atención de denuncias o reclamos presentados por los usuarios en relación a entidades bancarias o los servicios que estas ofrecen.
