Una vez que hayas realizado tu presupuesto bien detallado, podrás revisar que gastos se pueden reducir. Revisa cada aspecto: alimentación, hogar, entretenimiento, transporte; según tu estilo de vida.

Busca los gastos más altos y trata de disminuirlos, además, no te olvides del “gasto hormiga”, es decir, esos pequeños gastos que parecen no ser relevantes, pero sumándolos se vuelven un dolor de cabeza, ejemplo: comprar en la calle agua embotellada, café en restaurantes, papitas de vendedores ambulantes, propinas, entre otros.

Por otro lado, puede ser que a pesar de medir bien tus gastos de todas formas no te alcanza la quincena; entonces, es un buen momento para pensar en la posibilidad de crear un emprendimiento. Incluso, tienes otras opciones: en el caso que vivas solo puedes compartir el alquiler con un amigo o podrías ser conductor de alguna aplicación de transporte.

¡Ahorrar será imposible si no actúas hoy!

¡Ánimo! Estas estrategias aplicadas de forma sostenible, a largo plazo te darán frutos.